El
Balanced Scorecard
ofrece la posibilidad de traducir la estrategia de una empresa en un conjunto de objetivos claros y concretos que puedan ser monitoreados en su cumplimiento. Las metas definidas mediante esta herramienta apuntan a orientar a toda la organización hacia un mismo rumbo. Por sus altos costos su aplicación se limitaba hasta ahora a las grandes compañías. Hoy la tecnología a través del Business Intelligence, permite que ninguna empresa, independientemente de su tamaño, quede al margen de su aplicación.
Los software de BSC facilitan la distinción entre los diversos niveles organizativos, equilibrando las definiciones estratégicas del primer nivel, con la definición de métricas por áreas de gestión involucrando a cada integrante de la misma, con la medición de indicadores financieros estructurados según su relación con los resultados de la empresa. Todo esto en un esquema integrado que garantiza la coherencia de la estructura de indicadores no solamente de forma horizontal sino también vertical.
Los costos de estas implementaciones se han reducido notablemente y por ello todos pueden acceder a tener una clara toma de decisiones diaria con una herramienta que facilita la circulación de una única fuente de información dentro de la organización. Por otro lado la gran cantidad de casos de éxito permite establecer con anticipación, que estos desarrollos no terminan siendo un costo para la organización, sino por el contrario una inversión con un rápido recupero de la misma.
Una reciente encuesta de IDC pone en evidencia el
carácter estratégico de las inversiones en business intelligence
. El 57% de los 300 encuestados informó que sus compañías planean invertir en este tipo de soluciones en los próximos doce meses. Aún más, el 20% del total planea hacerlo en los próximos cuatro meses.El 36% no definen un plazo pero saben que sí invertirán en una herramienta de este tipo, y sólo el 7% de los encuestados reconocen que no tienen contemplado invertir en este tipo de tecnología.
Fuente:
infoBAE